En los últimos cinco años los 42 productos de la canasta básica alimentaria registraron incrementos de hasta el 133 por ciento.
Por ello más del 50 por ciento de la población no puede satisfacer sus necesidades básicas de alimentación en términos de cantidad y calidad, pues no le alcanza el dinero, afirmó Felipe Torres Torres, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.
En entrevista con La Razón el experto señaló que a principios de 2006 una persona requería de 880 pesos para poder adquirir una canasta básica; sin embargo, en diciembre de 2011 ya era necesario desembolsar por lo menos mil 500 pesos para comprar los mismos alimentos, es decir, 620 pesos más que hace cinco años.
Detalló que los productos como la tortilla, el frijol, el arroz, la carne de res, el azúcar, el café, la sopa de pasta y el aceite registraron aumentos de entre el 80 y más del 100 por ciento y sólo el 20 por ciento de la población puede acceder con estos precios a los 42 productos de la canasta básica de manera frecuente y en raciones suficientes. En tanto, el resto de la población ha tenido que disminuir el consumo de estos alimentos de su dieta diaria.
El integrante del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM manifestó que la tortilla, cuyo precio oscilaba en 2006 entre seis y 6.50, ahora cuesta en promedio 12 pesos, aunque hay regiones del país donde el precio se ubica en 14 pesos, es decir, alcanzó un incremento de más del 100 por ciento.
El aceite pasó de entre 9 y 12 pesos el litro, a 18 y 24 pesos, un aumento del 100 por ciento; el frijol, que en 2006 estaba en 9.60 se disparó a 19 pesos, casi el 100 de aumento; la carne de res que estaba en 45 pesos el kilo, ahora se vende a 90 pesos, un incremento del 100 por ciento, mientras que el arroz, pasó de 7.29 el kilo a 17 pesos, lo que hace un aumento del 133 por ciento.
El huevo, cuya caja de 18 piezas se vendía en 18.25 pesos, hoy se expende en 29, mientras que el pollo entero por kilo se vendía a 21.80 y ahora en 30 pesos el kilo.
Asimismo la leche ha sufrido aumentos al pasar de 9.50 en 2006 a 12.50 el litro en diciembre de 2011.
De acuerdo con Torres Torres, los niveles de desnutrición se incrementaron de 2006 a 2011 porque las familias, aunque no dejaron de consumir lo más elemental de la canasta básica, sí disminuyeron las raciones.
Por ejemplo, señaló, quienes consumían leche cuatro o cinco veces por semana ahora sólo la consumen dos días a la semana. En tanto quienes comían carne de res tres o cuatro días a la semana ahora sólo lo hacen una. En el caso del pollo, expuso, la opción de las familias pobres es el retazo.
Comentó que en relación con el salario mínimo la afectación a las familias pobres es mayor porque en la actualidad menos del 50 por ciento de las familias gana dos salarios mínimos; por ello, dijo, cada vez es más difícil cubrir estas necesidades tomando en cuenta que para adquirir una canasta básica se requieren mil 500 pesos por persona y una familia de cuatro personas necesitaría por lo menos de seis mil pesos mensuales sólo para alimentación.
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